En los últimos meses se ha oído hablar -y mucho- de Inteligencia Artificial (IA). Más allá de las tendencias, la IA es una realidad que está presente en muchos ámbitos, y la agricultura no es una excepción. En SmartFood esta tecnología forma parte de nuestro día a día y, gracias a su capacidad para procesar grandes cantidades de datos, se utilizando para mejorar la eficiencia y productividad de las explotaciones agrícolas. 

Así es como el campo andaluz camina hacia la sostenibilidad gracias a la Inteligencia Artificial:

Toma de decisiones informadas

La agricultura es uno de los principales motores económicos de Andalucía, con una gran variedad de cultivos  y paisajes. Sin embargo, la agricultura es también uno de los sectores más afectados por el cambio climático y las condiciones climáticas extremas, como la sequía. La IA puede ayudar a hacer frente a estos desafíos, proporcionando información y herramientas para tomar decisiones informadas.

Evitando plagas en cultivos

Uno de los mayores problemas en la agricultura se produce cuando hay una plaga. Cuando se suelen detectar, ya es demasiado tarde y acaba echando a perder el trabajo de meses. Gracias a la IA es posible monitorizar los cultivos instalando sensores que ofrecen información en tiempo real: su crecimiento, su estado de salud o necesidades de riego son algunos de los datos que nos ofrecen y que permiten anticipar la aparición de este tipo de problemas. Esta información se procesa mediante algoritmos de IA para proporcionar recomendaciones personalizadas y precisas a los agricultores.

Predicción del clima y análisis de su impacto en cultivos

Otra aplicación de la IA en la agricultura es la predicción del clima y el análisis de su impacto en los cultivos. Las estaciones meteorológicas son un instrumento esencial que permiten analizar grandes cantidades de datos climáticos y predecir con precisión las condiciones climáticas futuras. Esto permite a los agricultores tomar decisiones informadas sobre cuándo sembrar y cosechar sus cultivos, así como sobre el uso de riego.

Ahorro de agua y recursos

En un contexto de sequía y cambio climático, cada gota cuenta más que nunca. La IA también ayuda a los agricultores a optimizar el uso de recursos y reducir el impacto ambiental de la agricultura. Por ejemplo, los sistemas de riego inteligentes, basados en la IA, ajustan la cantidad de agua y nutrientes que se aplican a los cultivos en función de las necesidades de cada planta. Esto reduce el uso excesivo de agua y nutrientes, lo que a su vez reduce la contaminación del suelo y del agua. 

Reducción del uso de fertilizantes

A mayor precisión de información, más fácil es evitar problemas en cultivos de forma natural. Esto hace que se pueda minimizar el uso de fertilizantes en el sector agrícola y así obtener alimentos más saludables y, sobre todo, hacerlo de una forma más sostenible.

Mejores condiciones de vida y trabajo en el sector

La agricultura se ha vinculado tradicionalmente a tareas arduas y muy exigentes. No obstante, este escenario ha cambiado mucho. Los productores cuentan cada vez con más herramientas de trabajo que permiten hacer un uso del tiempo y los recursos más eficiente. Esto repercute en sus propias condiciones de trabajo. Las aplicaciones digitales conectadas a cultivos dando información en tiempo real permiten hacer un seguimiento de forma más cómoda y precisa forman parte del día a día del agricultor. 

En definitiva, la IA ha llegado a la agricultura y a Andalucía para quedarse. ¡Y desde SmartFood seguimos trabajando de la mano de ella!